El Toro de Osborne

  • Kuriositäten
  • 22. septiembre 2022
  • Mariate Rodes
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Existe la creencia por parte de muchas personas, sobre todo foráneas, de que las siluetas de toros que hay repartidas a lo largo y ancho de la geografía española tienen algo que ver con las corridas de toros, pero esta no es su historia.

En este momento quedan 91 siluetas de toros de 14 metros de altura y puro hierro de las casi 500 que se instalaron en su momento repartidas, en su mayoría, por las carreteras de España. ¿Quieres conocer la historia de estos majestuosos animales que se han convertido en todo un símbolo?

Fue en 1956, cuando las Bodegas Osborne encargaron a una agencia el diseño de una valla para publicitar en las carreteras su brandy “Veterano”. El diseñador Manolo Prieto creó entonces el diseño de un toro con la finalidad de que además de hacer publicidad, se integrase en el paisaje.

Un año después, y tras buscar emplazamiento para los más de 200 Toros de Osborne que se pensaban colocar, se instaló el primero en Cabanillas de la sierra (Madrid). Esta primera valla medía 4 metros de altura, tenía los cuernos blancos, la publicidad impresa y estaba fabricada de madera. Debido al inevitable desgaste que sufrió, en 1961 se fabricó el primer Toro de chapa metálica, con 7 metros de altura. Es en ese momento cuando desaparecen los cuernos blancos, pero se mantiene la leyenda “Veterano” en letras rojas.

 

 

En 1962 se publica un decreto ley que delimita la publicidad obligando a retirar las vallas publicitarias a una distancia de 20 metros de las carreteras. Es entonces cuando los Toros de Osborne pasan de medir 7 metros a 14. ¡Ojo! Estamos hablando de 70 planchas de metal, 10.000 tornillos, un peso de 5000 kilos y una altura como la de un edificio de 4 plantas. Poca broma con lo que se invertía en este tipo de publicidad en la era analógica.

 

Años más tarde, en 1974, por otro decreto ley que obliga a que la publicidad no estuviese a menos de 50 metros de las carreteras, los Toros de Osborne se vuelven a reubicar.

 

Pero es en 1988, tras la aprobación del reglamento de carreteras que prohíbe realizar cualquier tipo de publicidad en carreteras y arcenes (y por lo tanto retirar los Toros de Osborne), cuando todo cambia. Hubo una gran presión social por parte de comunidades de artistas, políticos y figuras diversas de la cultura y la vida pública española para que no desaparecieran estos símbolos de nuestras carreteras. Se recogieron firmas y se redactaron manifiestos de apoyo. Incluso el propio congreso de los diputados los declaró patrimonio cultural. Finalmente, tras tres años de incertidumbre, el Tribunal Supremo dictó sentencia a favor de su mantenimiento por ser un bien de interés estético y cultural para todos los pueblos de España.

 

La sentencia del Supremo afirmó que: “El Toro de Osborne ha superado su inicial sentido publicitario y se ha integrado en el paisaje como un elemento de ambientación ajeno al mensaje propagandístico de una marca”.

 

Así que los Toros se quedaron con nosotros. Y posiblemente no entiendas por qué tanto revuelo, o por qué se convirtieron en algo tan importante para la mayoría de los españoles. Pues verás, además de que el diseño publicitario es excepcional, no es nada fácil diseñar una campaña de publicidad que termine formando parte de la vida de una sociedad, que perdure en el tiempo, que todo el mundo identifique con la empresa que se publicitaba, y que finalmente se convierta en un símbolo de generaciones enteras. Para entender realmente que son para nosotros estos Toros te tienes que imaginar verlos toda una vida en el horizonte. Son parte de nuestros recuerdos de niñez porque los utilizábamos para saber cuánto faltaba para llegar a un sitio concreto a modo de hitos o metas en nuestro recorrido.

 

En mi caso, cuando me desplazaba con mis padres de Villena (mi ciudad natal) a Alicante, yo ya sabía que cuando veíamos el Toro en el horizonte quedaba muy poco para llegar a nuestro destino y dejaba de hacer la insistente pregunta de ¿Cuánto falta?

En este momento también puedes encontrar el símbolo del toro en cantidad de diseños publicitarios, siendo uno de los más conocidos la famosa pegatina que media España lleva en la parte de atrás del coche. También se han hecho exposiciones de todo tipo y han sido protagonistas de documentales y películas, como la conocida “Jamón, jamón”, de Bigas Luna.

Aquí tienes un mapa y un enlace, en el que puedes ver dónde están ubicados los Toros que quedan en España. ¡Ah! Y como curiosidad te diré que ya hay Toros instalados en países como Japón, Dinamarca o México.

 

 

Ahora cuando viajo desde Alemania a España en coche siento la misma emoción que de niña cuando al llegar a Valencia, después de casi 2000 km de viaje, veo el primero… ya estoy cerca de casa.

 

 

(Fotos: La Razón, 20 Minutos, Fundación Manolo Prieto )

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Fiestas de Moros y Cristianos de Villena (España)

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